martes, 12 de agosto de 2014

Delicias turcas, un manjar del siglo XIX / Turkish Delight, a Mrs. Beeton,s recipe.


¿Os había dicho que me gusta experimentar en la cocina?, ¿no?, pues bien, en ocasiones (no, no veo muertos) me dan ganas de coger el toro por los cuernos y probar recetas que me han picado la curiosidad desde hacía mucho, y desde que ví la peli de Narnia y vi como Edmund casi vende su alma a la Bruja blanca por unas Delicias turcas me dije... esto tiene que estar fantástico para llegar a estos extremos.. Mañana me voy de viaje, y los días de antes de los viajes suelo ponerme bastante nerviosa ante la expectativa de todo lo que quiero hacer o las cosas que tengo que preparar, ¿qué mejor momento para meterse en la cocina? , además era el momento perfecto para hacer la prueba de las Delicias turcas con vistas a, si salían bien, repetirlas en Navidad, que es cuando tradicionalmente se hacen, pero como yo soy muy hipster las he hecho en agosto :D


Pero antes de entrar en harina, aunque en esta caso sería en azúcar glas, vamos a por un poquito de Historia , originalmente el nombre de la Delicia turca es un pelín más complicado es Rahat Lokum o simplemente lokum cuya traducción sería algo así como "bocado" , su tacto es así como blandurrio, gelatinoso, un pelín pringoso (os lo digo yo que al embadurnarlas en azúcar glas las 25 que me han salido se me han quedado los dedos como engorrinados) , suele estar hecho con zumo de frutas y algún gelatinizante, y recubierto de una capa de azúcar glas, todo blanquitos, como si estuvieran cubiertos de nieve. 
La edad de esta receta, la cual se hace desde hace más de 200 años puede convertirla en una de las más antiguas que se conservan, según la leyenda un sultán reunió a sus mejores consejeros culinarios para crear una receta única y secreta y de ahí nació el lokum y curiosamente en España fue uno de los lugares por donde empezó a introducirse en la gastronomía mediterránea dada la denominacion árabe, solo que aquí se llamó "gominola".  Sin embargo la popularización de este dulce tuvo que esperar al siglo XIX, y fue gracias a la influencia del Imperio Británico durante la época de la Reina Victoria lo que tuvo especial importancia para su expansión, dicen que un viajero británico fue a Estambul y allí adquirió una caja de Delicias turcas, ya que fue con este nombre con el cuál se vendieron en las sibaritas pastelerías londinenses de la época, de hecho fue un dulce que se preparaba típicamente en fechas navideñas, y no faltaba en la mesa de las comilonas de cualquier buen anfitrión de buen postín que se las quisiera dar de exquisito, y eran un regalo maravilloso para llevar a una casa a la que habías sido invitado adornadas en un bonito envoltorio de seda. 

Por supuesto en la época fue integrado como parte de las recetas más populares del periodo, y aquí es donde llegamos a de dónde he sacado la receta... Mrs. Beeton tenía 21 años cuando terminó su libro Mrs. Beeton´s Book of Household Management, algo así como una guía para ser el ama de casa perfecta, su fecha de publicación fue 1861, un total de 900 recetas a lo largo de 1112 hojas que además contaban con consejos sobre cómo gestionar la casa, cómo cuidar a los enfermos o cómo pagar al servicio doméstico. La pobre Isabella Beeton disfrutó muy poco del triunfo que tuvo su obra ya que murió poco tiempo después, en 1865, a la edad de 28 años. Su marido , Samuel Orchard Beeton, acuciado por las deudas tras la muerte de su joven esposa, y a cargo de cuatro hijos, se vió obligado a vender los derechos del libro que tanta fama les había granjeado.  El libro ha tenido varias ediciones, y de hecho sus recetas se siguen utilizando hasta en la actualidad.


Así que... Delicias turcas + Isabella Beeton... ¿no os parece después de todo esto una combinación inigualable?, ahora sí que sí... ¡vamos a por la receta!,primero los ingredientes :

- 20 gr. de gelatina en hojas.
-  300 gr. de azúcar.
- azúcar glas (tooodo el que quieras)
- 50 gr. de fruto seco (según la receta de Mrs. Beeton pistacho o almendra)
- 1 naranja (y su piel)
- 1 limón (y su piel)
- 1 cucharada de licor (en la reeta original es ron, pero puede ser vodka, ginebra...)
- 1 cucharada de agua de azahar (ese es el que utilicé yo  pero al igual que el fruto seco o el licor puede optarse por agua de rosas, agua de jazmín...)
- 75 ml. de agua.



Ahora... ¡vayamos a por la preparación!




Sacamos las hojas de gelatina, son como una especie de hojitas finitas tan rígidas como el cristal, y las metemos en un bol con agua para que estas vayan adquiriendo la textura gelatinosa. Mientras en una cacerola echamos el agua, los 300 gr. de azúcar, el zumo del limón exprimido, el zumo de la naranja exprimida y la piel de estos cortada a trozitos. Después esta mezcla la llevamos a ebullición, removiéndolo de vez en cuando para que todo se unifique.

Una vez nuestra "sopita" frutal empieza a hervir sacamos la gelatina, que ya está todo lo blandurria que se espera de ella, y la echamos en la mezcla, entonces bajamos un pelin el fuego y removemos para que todo se unifique, tras esto cogemos un colador y colamos el resultado de nuestra mezcla para quitarle los trocitos de peladura de limón y naranja.






Llegados a este punto echamos la cucharada de licor, y la cucharada del agua, en este caso, de azahar, removemos de nuevo todo para homogeneizar la mezcla, y entonces echamos los frutos secos que deberemos rayar para obtener, no polvo, pero si trocitos pequeños, por mi parte los compré ya a trocitos, cogí las almendras troceadas que se utilizan para hacer crocanti que ya vienen preparadas, con una cuchara le damos vueltas a la mezcla para que los frutos secos se esparzan bien por la misma y finalmente la echamos al molde donde habrá de solidificarse.



¡Aviso a navegantes!, tarda BASTANTE en solidificarse, unas tres horas largas en el frigo, así que os recomiendo que no lo dejéis a temperatura ambiente a menos que sea invierno y haga un frío considerable en el sitio en el que lo vayáis a dejar, en mi caso, y más siendo agosto, fue directamente a la nevera. Un consejo es que mojéis antes el molde que vayáis a utilizar para que a la hora de despegar y sacar la gelatina resultante no nos sea complicado.

Tras tres horas de reposo la mezcla ha fraguado y ahora es una gelatina hecha y derecha, y parecía ayer cuando la metía en su bol de agua primigenio u.u , la cortamos a trocitos cuadrados, no muy grandes porque cunde bastante, y así nos saldrán bastantes trocitos... ¡y ahora viene la nevada del siglo!...



Cogemos una ensaladera o un bol grande, y echamos el azúcar glas, nos mojamos las manos para que no se nos pegue la gelatina y vamos cogiendo cada cuadradito y rebozandolo en el azucar glas hasta dejarlo completamente embadurnado y blanco, repetimos esta operación con todos los cuadraditos et... voilá! , ¡ya tenemos nuestras Delicias turcas a lo Mrs. Beeton!, lo último que nos queda es presentarlo adecuadamente y sumergir lo que vayamos a dejar para otro día en azúcar glas de tal modo que lo entierres y haya que hacer una cata arqueológica hasta descubrirlo :D.



 Como anécdota os diré que este tipo de dulce era muy del gusto de personajes tan conocidos como Napoleón que los prefería con agua de rosas y pistacho, o de Picasso quién era incapaz de alcanzar la inspiración sin ellos.

C´mon and enjoy the Turkish Delight experience!!





    

1 comentario:

  1. Bueno, no se si estoy cierta, pero, un amigo mío que tiene ascendencia turca, me dijo que el verdadero Rabat Lokum no lleva gelatina, porque eso modifica su textura y deja de ser Rabat Lokum e pasa a ser una simple gominolas y que el me va a enseñar a hacer el verdadero Rabat lokum

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